Retablo (Museo
San Antolín-Tordesillas, XVI)
Francisco del
Rincón (1567-1608)
Pedro de Mena (Granada-1628-1688)
Hacemos una
visita guiada en grupo de cuatro al Real Convento de Santa Clara. Ocho monjas
lo habitan todavía; visitamos Iglesia, refectorio, sala capitular, sacristía y
otras dependencias. El techo mudéjar de la Iglesia es lo más destacado. Rápida
visita al museo del tratado firmado en el Palacio del mismo nombre. La exposición
es pequeña, un par de salas donde diversos paneles ilustran el reparto del
nuevo mundo entre españoles y portugueses. Finalizamos la visita a Tordesillas
en el museo de arte sacro de San Antolín. Dicen que Juana la loca venía aquí a
oír misa desde su encierro en el entonces adyacente Palacio, hoy desaparecido.
Interesante visita, estamos solos, no hay apreturas y el entorno respira paz. A
destacar el calvario de Juan de Juni que forma parte de un gran retablo.
También una talla de Cristo crucificado, de Francisco del Rincón (1567-1608), y
la obra maestra, la pequeña talla de la Inmaculada, de Pedro de Mena. Subimos
las escaleras de la torre que acaban en asiento para dos. A la izquierda
abrimos la puerta que da a la terraza desde donde se divisa una magnifica vista
de la vega del Duero. Ajenas a todo, las cigüeñas trabajan en el mantenimiento
de sus nidos.
En su origen fue un palacio mudéjar (edificado sobre otro árabe anterior), llamado Pelea de Benimerín, mandado edificar por el rey Alfonso XI hacia 1340 en conmemoración de la Batalla del Salado, financiado con el botín obtenido de dicha batalla. Sirvió de residencia a Leonor de Guzmán, favorita de Alfonso XI. Su hijo Pedro I terminó las obras comenzadas por su padre y lo cedió en 1363 a sus hijas Beatriz e Isabel para que lo convirtieran en un convent.
En su origen fue un palacio mudéjar (edificado sobre otro árabe anterior), llamado Pelea de Benimerín, mandado edificar por el rey Alfonso XI hacia 1340 en conmemoración de la Batalla del Salado, financiado con el botín obtenido de dicha batalla. Sirvió de residencia a Leonor de Guzmán, favorita de Alfonso XI. Su hijo Pedro I terminó las obras comenzadas por su padre y lo cedió en 1363 a sus hijas Beatriz e Isabel para que lo convirtieran en un convent.