Pequeña por
fuera y hermosa por dentro. Mucho turista. Las esculturas rescatadas del
pórtico principal dan fe del paso del tiempo, las palomas, la lluvia y el
tiempo han carcomido la piedra, “contra tiempo y materia” se titula la muestra.
Muy interesante la visita del templo y de las salas del museo. La girola es
diferente, gracias a la construcción con piedra caleña sangrante. El claustro
recibe a los visitantes que hacen fotos a la tumba de Adolfo Suarez y esposa.
En cuanto a obras me quedo con una Piedad, copia de la de Miguel Angel, obra de
Bautista Vázquez (Pelayos,1510-1588), obra de 1560, y un lienzo del XVII, una
Dolorosa, anónima y oscura, que pasa casi desapercibida en un rincón, preciosa.
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