sábado, 21 de noviembre de 2015

van der weyden

Rogier van der Weyden , Tournay (1399-1464)
Descendimiento (Madrid, Museo del Prado, 1435)
Calvario (El Escorial, 1457-64)



Llegamos al Calvario por la réplica de Navarrete, el mudo. Había pasado un siglo. Los rojos de fondo vistos en Toledo deslumbran. Contraste magnífico con túnicas blancas. Vimos ambas obras del belga en la exposición dedicada al artista en el Prado. Destacan sobremanera. El descendimiento no sale del museo. No cansa verlo. Ahora en sala normal. La entrada se justifica. Cada figura es un mundo en sí mismo. El calvario se habrá marchado al Escorial. En la inmensidad de una sala las figuras a tamaño real parecen expresar mas de lo que expresan. Las exposiciones dedicadas atraen multitudes. El Calvario estaba sólo. El guarda vigilando y nosotros. Algo se mueve. De lo mejor o de lo que mas conmueve. El descendimiento también. Se intuyen las lágrimas. Se ven en los planos aumentados que la tecnología ofrece. El color lo inunda todo.  Una copia del calvario en el Museo de Santa Cruz de Toledo. Obra de Juan Fernández de Navarrete, el mudo. Pintor de Felipe II. Hacia 1567.
 




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