Descendimiento (Madrid, Museo del Prado, 1435)
Calvario (El Escorial, 1457-64)
Llegamos al
Calvario por la réplica de Navarrete, el mudo. Había pasado un siglo. Los rojos
de fondo vistos en Toledo deslumbran. Contraste magnífico con túnicas blancas. Vimos
ambas obras del belga en la exposición dedicada al artista en el Prado. Destacan
sobremanera. El descendimiento no sale del museo. No cansa verlo. Ahora en sala
normal. La entrada se justifica. Cada figura es un mundo en sí mismo. El calvario
se habrá marchado al Escorial. En la inmensidad de una sala las figuras a tamaño
real parecen expresar mas de lo que expresan. Las exposiciones dedicadas atraen
multitudes. El Calvario estaba sólo. El guarda vigilando y nosotros. Algo se
mueve. De lo mejor o de lo que mas conmueve. El descendimiento también. Se intuyen
las lágrimas. Se ven en los planos aumentados que la tecnología ofrece. El color
lo inunda todo. Una copia del calvario en el Museo de Santa Cruz de Toledo. Obra de Juan Fernández de Navarrete, el mudo. Pintor de Felipe II. Hacia 1567.
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