
Y llegamos a San Benedetto in Piscinula, fundada donde vivió San
Benito durante su estancia en Roma, donde oró e hizo penitencia. Suenan voces
de canto, grabadas, hay paz y techos de madera, encantador el lugar, reposamos,
si es cierto que Dios está en todas partes quizás habría que buscarlo aquí.
Poca luz, frescos inacabados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario