lunes, 6 de noviembre de 2017

Hodart

La joya llega con el Museo Nacional de Machado de Castro. Aparte de descubrir por casualidad a Watanuki y sus dibujos, sencillos, simples, preciosos, que presenta la exposición temporal, la permanente es una explosión de piezas. Conimbriga se hace romana y de ahí en adelante desfila un auténtico festival de escultura, bien puestas, bien iluminadas. El lugar acompaña. Odarte, escultor casi anónimo presenta un apostolado de terracota. Y  descubrimos a Joao de Ruao, excepcional su colección de esculturas. Cuando se acaban las palabras todavía hay más, pintura, artes decorativas…en fin, un espectáculo muy recomendable. Para postre un criptopórtico o galerías romanas para recorrer con calma en modo laberinto.
Hodart Vyryo es contratado en 1530 para esculpir la última cena en terracota. El destino es el refectorio del monasterio de Santa Cruz de Coimbra. Poco se sabe del autor, sólo su origen francés. Es resultado es magnífico en la penumbra de la sala.

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