martes, 30 de agosto de 2016

catedral de teruel

En la Catedral la visita es guiada y no se permiten fotos. Vemos el retablo mayor y capillas. El primero es de Yoly, sobre 1536. El escultor está enterrado en el coro. La madera, no policromada, se ha barnizado con nogalina. El conjunto es un retablo custodia para la eucaristía que se reserva en el óculo o pieza transparente iluminada (privilegio del Papa Luna). Al óculo lo sostienen cuatro ángeles. Toques blancos y granas en columnas, con sabor a mezquita. Tres naves. Dedicada a Santa María de Mediavilla tiene su origen en un templo románico del XII. Importante cimborrio. Bonita capilla de la Inmaculada e importante retablo gótico en la capilla de la coronación. Con todo lo mas destacado sea quizás la techumbre mudéjar, única en el mundo. De fines del XIII cubre la nave central. Toda clase de personajes aparecen. Se sube cerca de ella y en estrecho pasillo se contempla. Abertura al vacío. Los amantes no unían las manos. Las nuestras no se separan y casi se quedan pegadas. La culpa es del vértigo que por un momento dispone de nuestros sentidos. Ya con los pies en el suelo visitamos la cripta de los mártires que guarda los restos de Anselmo Polanco, obispo, y Felipe Ripoll, muertos en la guerra civil. Otro mensaje similar al del diocesano. Aparece la madre digna de reparación o virgen rota. Es una talla de la que queda el rostro en parte y parte del tronco. “Restáuranos Dios Salvador nuestro, que brille tu rostro y nos salve”.


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