Convento del Carmen. Fundado
por Santa Teresa de Jesús, al llamado de los primeros duques de Pastrana, en
1569. Entre sus religiosos destaca la figura de San Juan de la Cruz que fue
maestro de novicios. Estuvo ocupado por Frailes Carmelitas hasta la
desamortización de Mendizábal (1836). Más tarde, en 1855, fue ocupado por la
Orden Franciscana, que lo utilizó como seminario para formar a los misioneros
que enviaban a extremo oriente. Hoy ya no residen ahí, se utiliza temporalmente
sólo. Visita guiada y muy interesante. Uno de los dos frailes que junto con la
Santa inician la actividad del convento era pintor también. Ahí están un par de
sus cuadros. Se llama Fray Juan de la Miseria. Pinta a su compañero, también
italiano, Ambrosio Mariano, recibiendo la Orden del Carmelo. Interesante cuadro
histórico también, el de la conversión del Duque de Gandía, cuando observa el cadáver
de la emperatriz Isabel. Obra de Salvador Maella. O San Juan de la Cruz pintado
por Alonso de Arco. El hijo de los príncipes, Fray Pedro González de Mendoza
(1570-1639) encarga a la Escuela Madrileña una serie de cuadros que reflejen la
estancia de Santa Teresa en Pastrana. Llegamos a la estrella de la colección,
el Cristo de la Verdad, de Gregorio Fernández. Magnífico en su altura. Una sorpresa,
la de Juan Antonio de Frías y Escalante (1633-1669) y su Transverberación de
Santa Teresa.
El convento de San José lo
fundo Santa Teresa en 1569. Es la calle de las monjas. Hoy son las franciscanas
concepcionistas las que lo ocupan. Llevan aquí desde que la santa dio orden en 1574
de que las descalzas lo abandonaran. Todo, a raíz de la entrada en él de la
enigmática princesa de Éboli, a la muerte de su marido Ruy Gómez de Silva. Ella
llamó a la orden franciscana. No aguantó mucho más. Volvió a la vida civil y
acabó encerrada en palacio donde falleció.