castillo en Alba

Para terminar
visitamos la única torre del Castillo de los Alba que recibe a los visitantes
deseosos de escalar. Fue el Gran Duque, 1507-1582, el que dio esplendor a un
lugar que hoy sólo conserva esa torre de un total de seis y que gracias a sus
victorias en los campos de batalla logró parabienes y riquezas que llegan hasta
nuestros días. Se sube a un mirador por escalera de madera para divisar Gredos
de cumbres nevadas y alrededores. Los amarillos campos de colza ponen una nota
de gran color, en contraste con ocres, verdes y el azul de un cielo con hilos
blancos, no pleno. Una pequeña visita guiada al interior nos permite acceder al
piso de arriba donde nos sorprende un espacio abovedado con frescos del XVI que
plasman la batalla de Mühlberg y la fragua de la coraza del duque. Son obra de
Cristobal Passini y el duque aparece en gesto guerrero en campos del norte de
Europa donde todavía se habla de él a los niños que se portan mal.
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